Conexion Ciudad | Está abierta la muestra “Todas las ideas con las que me he acostado”
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Está abierta la muestra “Todas las ideas con las que me he acostado”

Está abierta la muestra “Todas las ideas con las que me he acostado”

Está abierta la muestra “Todas las ideas con las que me he acostado” desde el lunes y hasta el próximo sábado 3 de junio con entrada libre y gratuita en Iguazú 451 Parque Patricios / Comuna 4 de Buenos Aires organizado por cheLA – Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano en su sede.

Descripción de la Exposición: “¿Qué significa hoy ser un artista contemporáneo? ¿Cuánto hay de digerido y de novedad en su trabajo? ¿Qué implica producir a distancia de los centros que legitiman las tendencias y estéticas de lo contemporáneo, pero cerca de todo gracias a las vías de comunicación digital? Dos distancias dan forma a la exhibición de Manuel Molina Todas las ideas con las que me he acostado: la que se encuentra entre los centros que han definido la modernidad artística en la historia de Occidente y Buenos Aires, y la que existe entre Buenos Aires y Oberá, Misiones, donde Manuel ha creado -con la voluntad de no borrar las huellas del entorno de su producción- una colección de objetos que exploran los desvíos -hacia acá y hacia la actualidad- de la teoría estética de Adorno y de otras tradiciones artísticas y filosóficas, en clave de camping. “Sus obras parten de procesos de acumulación y de mímesis. La reproducción, el despliegue y el despiece aparecen también como procesos potencialmente infinitos de reflexión y creación. Cargada de apropiaciones y de citas a otros artistas, desde Oscar Bony a Tracey Emin, pasando, entre otros, por Wassily Kandinsky, la instalación de Manuel explora, discute y evidencia, mediante este proceso de imitación, la complejidad de nuestros hábitos de consumo y producción artísticas. A través de lo que él mismo ha definido como “estetofagia” -esta capacidad para devorar y reinterpretar todas las corrientes conocidas del mundo del arte así como los fenómenos estéticos del mundo de la vida, incluyendo los que deparan las redes sociales, la vida doméstica o el ocio-, busca conectarse con otras maneras de imaginar mundos, así como investiga el potencial de significación de los objetos cotidianos para hablar de las condiciones materiales de la vida obereña, pero también para sintonizar y reconsiderar ideas que han definido teorías estéticas desde hace casi un siglo y reflexionar sobre la simultaneidad, accesibilidad y desborde que define la producción artística bien entrados los años 2000. En el despliegue de estas obras, se da cuenta del tiempo y del espacio recorridos. De un trayecto que ha llevado al artista a arrastrar el campamento del monte a la ciudad y que en ese proceso lo ha transformado y escindido de su propia naturaleza: la del entorno silvestre y la de la emancipación de lo urbano, para volverlo, en el momento de su asentamiento en una sala de exhibición de toque fabril en Buenos Aires, en un campamento de restos industriales acumulados, ordenados y reorganizados en conjuntos que funcionan como sistemas cognitivos. Una colección de cadáveres exquisitos de procesos e ideas.” (Móvil)

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