Conexion Ciudad | Superliga en la Comuna 4: Huracán recibió a Boca en el partido de la fecha
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Superliga en la Comuna 4: Huracán recibió a Boca en el partido de la fecha

Superliga en la Comuna 4: Huracán recibió a Boca en el partido de la fecha

En un partido malo y sin  goles se enfrentaron por la tercera fecha de la Superliga Argentina, dos grandes del futbol nacional Quemeros y Xeneixes, Parque Patricios y La Boca vistiendo de futbol a la Comuna. El partido fue malo aunque entretenido con un buen marco de público en el Palacio Ducó. Presentando varios cambios en el equipo, tanto en lo táctico como en los nombres, Huracán mostró una cara completamente diferente a la que había ofrecido en el partido pasado. Pisó fuerte y si no ganó fue porque todavía falta ajustar cosas en la delantera. Salvo por algunos tímidos intentos de Boca a partir de su delantero Mauro Zarate  al principio del partido, Huracán se hizo cargo de tomar la iniciativa. Presionando al rival y asegurándose de no darle respiro, se convirtió en protagonista y evitó que la pelota llegara a Marcos Díaz en casi toda la primera parte. Con un juego muy preciso hasta tres cuartos de cancha una y otra vez llevó juego hacia adelante, pero la delantera no estuvo nunca a la altura de las circunstancias y la mayoría de las jugadas terminaron en remates mal direccionados o fáciles de resolver para el arquero Andrada. Poco cambio en la segunda parte aunque Huracán perdió precisión con el correr de los minutos, pero no así la iniciativa. Se notó una merma en la calidad del juego por la salida de Walter Pérez (se retiró lesionado a los 40 del primer tiempo) y la baja en el ritmo de jugadores como Auzqui pero sobre todo Roa. Boca encontró más espacios a partir de esto, pero no pareció muy interesado en alcanzar la victoria y no molestó tanto a la defensa del Globo. Huracán, ya sin la lucidez que había mostrado al principio, siguió buscando el gol pero, una vez más, la mala definición significó que el partido terminara con el marcador en cero. Con presencia en el mediocampo Huracán fue un equipo completamente renovado. A partir del eje Damonte-Rossi el Globo pudo construir su juego y detener el de Boca, con un Fernando Gago que no lograba dominar la escena. La mayor parte del encuentro dio la sensación de que el control de lo que sucedía lo tenía el local. Tanto por esta ayuda de los volantes como por una mejoría concreta, la defensa liderada por un Mancinelli muy despierto estuvo mucho más sólida y se dio el lujo de proyectarse al ataque sin que eso significara dejar huecos preocupantes en el retroceso. Las ofensivas fueron más peligrosas a partir de una cantidad y calidad superior de los jugadores que intervinieron. Los cuarenta minutos que Walter Pérez estuvo en cancha significaron que Huracán fuera un equipo con mucho aire adelante del círculo central y su salida se notó. Sin embargo, fue el debut de Roa lo que se llevó todas las miradas. Aportó una cuota de imprevisibilidad, pausa y elegancia que, si se mantiene en el tiempo, será la solución a esa falta creativa que el Globo venía sufriendo. Si algo se vio en el equipo fue que supo cómo distribuir la pelota, pero faltó que la delantera se acoplara al ritmo del equipo para poder ganarlo. Malos centros, decisiones erradas en los pases y un Chávez que no tuvo la presencia en el área que se esperaba evitaron que Huracán convirtiera el gol que buscó todo el partido. El rendimiento casi impecable del Globo hasta tres cuartos de cancha no alcanzó para suplir las falencias de los delanteros .Boca fue una sombra de aquel equipo arrollador, y muy alejado de los nombres que tiene en su plantel. Ramón Wanchope Abila fue recibido con cariño por la parcialidad local

 

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