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Preocupación por la salud mental en la villa 21/24

Preocupación por la salud mental en la villa 21/24

Un gran debate se viene anunciando y hace años que no se concreta “La salud mental”, escindida de la salud publica en general, como una rama aparte y con un difícil acceso a los profesionales, el deterioro de la salud mental de la población se hace evidente y significativamente entre la población joven.

Por estos días María Ayuso y Katherine Chacón, escribieron una muy interesante nota sobre este tema que tome de manifiesto la necesidad de retomar el tema, en el trabajo periodístico publicado en el diario La Nación se señala que los recientes suicidios de jóvenes a conmovido a la población, en especial en barios vulnerables donde la necesidad de atención de la salud mental por parte del Estado es indispensable

Una de la profesionales entrevistada en la nota expresó sobre la situación en el barrio de Barracas, donde viven 70 mil personas y no hay ni un psiquiatra: “Hubo suicidios de adolescentes y para ver a uno de los 5 psicólogos hay seis meses de espera”

Tambien se señala que en la villa 21-24 de Barracas, la más poblada de CABA, el acceso a la salud mental es una odisea; por la falta de turnos, muchas personas directamente desisten de buscar ayuda en los centros de atención primaria; una fundación armó dispositivos grupales para acompañar a la mayor cantidad posible de jóvenes

Las dos tragedias ocurrieron con apenas meses de diferencia. En febrero y abril de 2021, dos chicos de 18 y 20 años se suicidaron en la villa 21-24, en el barrio porteño de Barracas. Ambos iban a la escuela de boxeo de la Fundación Temas, un espacio comunitario de contención y acompañamiento para adolescentes, jóvenes y mujeres adultas. Sus muertes provocaron un terremoto difícil de dimensionar tanto para sus compañeros como para el equipo de profesores.

“Se dieron en un contexto de pandemia, en el que transmitir esperanzas era complicado. Además, en el barrio hubo otros suicidios de chicos que no participaban de nuestros espacios”, cuenta Paz Ochoteco, cofundadora y coordinadora de Temas. “Claramente hay que hablar sobre esta problemática, porque está invisibilizada y subregistrada. Hay un montón de sufrimientos que no se están pudiendo acompañar”.

Quienes trabajan en el territorio vienen observando esta tendencia alarmante desde hace tiempo y la muerte de los jóvenes no hizo más que exponer de forma cruda la enorme dificultad que existe para acceder a la atención de salud mental que tienen los vecinos de la villa 21-24, la más poblada de toda la ciudad de Buenos Aires.

El último censo hecho en 2017 por el Instituto de Vivienda de la Ciudad contabilizó 51.000 personas en el barrio, pero las estimaciones de distintas organizaciones indican que, actualmente, serían más de 70.000, y casi la mitad son niñas, niños y adolescentes. En todo ese territorio, no hay un solo psiquiatra (ni de adultos, ni infantojuvenil), mientras que en los dos centros de salud que concentran la atención de la mayor parte de su población, los psicólogos son sólo cinco

Solo cinco profesionales de la salud mental en un espacio donde viven 70.000 habitantes, una realidad que contrasta fuertemente con la media del resto del país. Según datos de la Organización Mundial de la Salud y otras investigaciones locales, en la Argentina hay alrededor de 200 psicólogos por cada 100.000 habitantes, lo que la convierte en uno de los países con mayor cantidad de esos especialistas a nivel mundial.

En la 21-24, para los casos graves, hay tres meses de espera para acceder a un turno con un psicólogo y muchos vecinos ni siquiera lo intentan, desalentados por un sistema colapsado y expulsivo. En ese contexto, Temas, que desde 2017 venía trabajando con un equipo de salud mental propio integrado por dos psicólogas, amplió su estrategia de alcance con dispositivos grupales de atención a los que asisten más de 100 personas por mes. Son “rondas de palabras” donde, a partir de compartir experiencias y escuchar a los demás, se van tejiendo redes de pertenencia y sostén.

“Los profesionales están desbordados”

En la zona de la villa 21-24 hay cuatro Centros de Salud y Acción Comunitaria (Cesacs), que dependen del Hospital Penna: el N° 35 y el N° 8 se encuentran en el corazón del barrio, mientras que en el área cercana pero fuera del mismo están el N° 30 (cerca del núcleo habitacional Zavaleta) y el N° 1 (sobre la Av. Vélez Sarsfield al 1200). Todos son parte del sistema de salud del Gobierno porteño.

Ochoteco explica que los dos que, por su ubicación, concentran la atención de la mayor parte de su población, son el 8 y el 35. Una profesional que trabaja en uno de ellos y que pidió reservar su identidad, detalla a LA NACION: “En el Cesac 8 hay una psicóloga infantil que comparte sus horas con otro centro de salud fuera de la villa y un psicólogo de adolescentes. En el 35, hay dos psicólogos de niños y uno de adolescentes, que también comparte sus horas con otro efector”.

Nota completa en: https://www.lanacion.com.ar/comunidad/el-barrio-donde-viven-mas-de-70-mil-personas-y-no-hay-ni-un-psiquiatra-hubo-varios-suicidios-de-nid06032023/

 

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