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MBQM: Presentación de publicación “Salvador Zaino, Clásico y moderno”

MBQM: Presentación de publicación “Salvador Zaino, Clásico y moderno”

Este sábado 30 de noviembre se realizará en la sede del Museo Benito Quinquela Martin (MBQM), la presentación de la publicación “Salvador Zaino, Clásico y moderno”, desde las 15 horas en Avda. Pedro de Mendoza 1835/1843, barrio de La Boca. Llega una nueva publicación del MBQM
en esta ocasión se trata de un libro-catálogo, que documenta la exposición “Salvador Zaino, Clásico y moderno”, que puede visitarse hasta el 1 de diciembre en este museo.
Se entregarán ejemplares a los asistentes. Zaino había nacido en Popoli (“cittadina antica” sobre los montes Abruzos, frente al Adriático, que, en 1889, cuando tenía 30 años, se embarcó para América y se instaló en Rosario. Zaino es de la epoca en que los pintores pasaban de las imágenes mitológicas y los blancos desnudos femeninos a la distensión de los paisajes frescos tomados con caballete en el campo. De las musas neoclásicas a la luz impresionista.
Tambien es el tiempo de las academias rigurosas. Su biografía cuenta que ya a los diez años (1868) fue al norte de Italia “a Genova” para estudiar en la Academia Linguistica de Belli Arti. Siete años despues, con el diploma fresco en la mano, se mudó a Roma y luego a Nápoles, para trabajar en los talleres de Antonio Mancini, Teófilo Patini y Franscisco Michetti donde aprendió las técnicas de la decoración mural, muy en boga por entonces. En 1895, después de haber dictado cursos de dibujo artistico en el Club Industrial de Rosario, fundó la primera Academia Estímulo de Bellas Artes en esa ciudad. Y cuando el nuevo siglo se estrenaba con estrépito, él se hizo cargo de la cátedra de dibujo en la prestigiosa Escuela Nacional de Profesores de Rosario. Mientras tanto, durante el tiempo en que se apartaba de la enseñanza hacia su propia expresión, pintó toda la geografía de su nueva patria chica: el río, la barranca, la ciudad en crecimiento y los caceríos de los alrededores. El testimonio quedó en óleos “de pincelada espesa y vigurosa”, segun había aprendido de sus maestros del movimiento Macchiaioli; en cuadros con luz notable, donde se puede adivinar el entusiasmo del europeo ante las llanuras extensas y los ríos poderosos. Salvator Zaino murio el 17 de mayo de 1942, en su casa de Alberti sobre las espléndidas barrancas del Paraná.

 

 

 

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