Conexion Ciudad | El policía Luis Chocobar sigue gozando de protección
31516
post-template-default,single,single-post,postid-31516,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,select-theme-ver-3.7,wpb-js-composer js-comp-ver-5.4.5,vc_responsive
 

El policía Luis Chocobar sigue gozando de protección

El policía Luis Chocobar sigue gozando de protección

El policía Luis Chocobar que cobro notoriedad, no por un acto de heroísmo, sino por un muy cuestionado accionar encuadrado en la modalidad “gatillo fácil”, sigue gozando de protección, luego que, a horas de ultimar de un disparo por la espalda a un joven, fue recibido por el ex Presidente Mauricio Macri en compañía de la ex Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, ahora se conoció la noticia que que el juicio al que se someterá será sin público y sin periodistas. Así lo informó el Tribunal Oral de Menores N° 2 que llevará adelante el proceso que tiene dos imputados: Luis Chocobar, el policía de Avellaneda que mató por la espalda a Juan Pablo Kukoc, de 18 años; y el adolescente que habría protagonizado el robo y la agresión contra un turista en el barrio de La Boca. Chocobar llega al juicio en libertad, procesado por “homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber”. Al respecto el Colectivo de Medios Populares elaboró la siguiente nota: La unificación en un solo juicio de los dos hechos que ocurrieron en diciembre de 2017 fue definida por la Cámara de Casación Penal luego de que el Tribunal Oral Criminal que debía juzgar a Chocobar se declarara incompetente. La decisión de la Justicia de juzgar a un menor y a un adulto en un mismo proceso implica que el juicio sea “reservado” en pos de preservar los derechos del niño. Esta ausencia de público y prensa en las audiencias beneficia al policía con las mismas garantías procesales que un menor y, al mismo tiempo, impide propiciar el debate de un caso de gran repercusión social y política. Ante esta decisión, el Colectivo de Medios Populares, que cubre casos de violencia institucional y represión estatal, presentó un pedido ante el TOM para que permitiera el ingreso de periodistas en las audiencias donde se aborde el hecho concreto del homicidio de Kukoc, con expreso compromiso de respetar los derechos del menor de edad imputado. La solicitud se sustenta en el derecho a la información y el derecho de la sociedad a ser informada sobre un proceso que debiera ser oral y público. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires firmó y avaló el pedido. En simultáneo, el CELS solicitó, como organismo de derechos humanos, autorización para ingresar a las audiencias en calidad de observadores, basados en el inciso 1 del artículo 413 del Código Procesal Penal de la Nación que permite asistir a juicios de menores a quienes “tengan interés legítimo en presenciarlo”. Luego de correr vista a las partes del proceso, y a pesar de que la asesora de menores no se opuso a la petición, los jueces del TOM rechazaron ambas solicitudes. El (no) debate: Para un sector de la población el “caso Chocobar” fue un claro caso de gatillo fácil, avalado por las imágenes del video en el que se ve cómo el policía bonaerense le dispara por la espalda al joven Juan Pablo Kukoc, mientras huía sin representar peligro aparente. Para otro sector de la sociedad, Chocobar fue el ejecutor de lo que las fuerzas de seguridad deben hacer: disparar siempre, por las dudas. En esta última línea se encolumnó el gobierno nacional de Mauricio Macri: el ex presidente se reunió en Casa Rosada con el policía -a quien llamó “héroe”- para brindarle su apoyo, y la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, modificó el reglamento para el uso de armas de fuego por parte de los miembros de esas fuerzas, a través de una Resolución que autorizaba a disparar contra quien “se fugue luego de haber causado, o de haber intentado causar muertes o lesiones graves”. Desde entonces comenzó a hablarse de la Doctrina Chocobar. Lo que para unos/as fue s un crimen, para otros/as fue justicia. Con su decisión, la justicia “se pierde” la oportunidad de contribuir a esclarecer al resto de la sociedad si es o no un delito que un integrante de una fuerza de seguridad le quite la vida a alguien que ya no representa un peligro para nadie. Si, aunque haya cometido un delito previo, Kukoc fue víctima de una pena de muerte de facto, o del obrar en defensa propia de un policía que cumplió con su deber. Quienes formamos parte de este Colectivo de Medios Populares tenemos una posición clara al respecto. Fue gatillo fácil. Y, como suele suceder, la víctima fue un pibe adolescente de una barriada pobre. Como comunicadores nuestro objetivo es presenciar el juicio, no como meros espectadores, sino como narradores de lo que suceda puertas adentro de las audiencias, con el fin de aportar a un debate que hoy casi no existe. El interés superior es el del niño. Pero ese interés superior se puede garantizar cubriendo el juicio, con todos los derechos que le asisten: no exponerlo, no nombrarlo, ni hacer referencia alguna a esa parte del juicio. El derecho a la información quedó perdido en algún cajón. La defensa de Chocobar se opuso al ingreso de los medios y de otros legítimos observadores. Claramente, estará contento con la decisión.

No hay comentários

Publicar comentário